Valencia Fashion Week

La primera vez que vi a esta mujer de cerca fue en Pasarela Cibeles. Hora: mediodía. Desfile: Francis Montesinos. Estrella invitada: Darek, entonces novio (creo) de Ana García Obregón. Me separaba de ella Carmen Pardo, periodista famosa por su amistad con la señora de Ubrique. Pero sobre todo me separaba de ella un mundo infinito de gustos y de marcas. Así que no tuve mucho que decirle, por fortuna el desfile de Francis fue puntual y yo me debí entretener enviando mensajes de móvil. Yo no tenía ni idea de quien era esa señora rubia y lacia que hablaba pausadamente y que preguntaba “y tú quien eres, cuéntame, a qué te dedicas…”. Tenía las mismas ganas de rebotarle la pregunta porque me inquietaba su halo de mujer extraña. Sí, extraña, como los domingos. “Y, ¿usted? ¿quién es? o… ¿debería conocerla?. No lo dije. Supuse que era de esas ricas que van a los desfiles por amistad de tarjeta visa, de esas que compran en tiendas tanto que se mantienen gracias a ellas. Alguien nos hizo esta foto. La Lomana apareció tal como veis, con gafas de sol en un lugar cerrado; al parecer es lo que hacen las divas que imitan a la directora del Vogue, Anna Wintour. Es un punto oftalmológico absolutamente glamouroso que sólo deben hacer unos pocos porque imaginemos que todos en las gradas llevasen gafas de sol… Sería cachondo. Parecería el Rolland Garros pero sin sol.

Carmen Lomana empezó a ser conocida poco después. Muy conocida, mucho, muchísimo… tan conocida ahora que muchos la imitan, compran lo que se pone, eligen sus estilismos, los repiten; otros se ríen y algunas afamadas señoras la odian (pienso ahora en Nati Abascal, la “empleada de Mango” como la misma Lomana la denominó hace pocos días). Es educada, fina, exagerada y culta. Tiene un punto de mujer viajada, de pseudohippie y, al mismo tiempo, de pija. Siempre va atada a un bolso, como en esas películas de robos en las que se lo agarran con esposas a la muñeca. La recuerdo con un Hermés azul entrando al plató de AR, que según ella no era azul, era color “jeans”. En fin. Es Carmen. Mucho tiempo después de aquel día en Cibeles descubrí que la señora que me había preguntado “y tú quien eres/a qué te dedicas/cuéntame” es hoy una elegante diva bailarina. Y temo que va a dar mucho que hablar.

Los domingos son los días más extraños de la semana, de cajón de madera de pino. Pero además son días sin moda. El domingo basta con ir descalzo, con ponerse una camiseta, con llevar unos jeans cortados y haberse peinado con los dedos. Este domingo aquí en Madrid ha sido así. Y paseando por el RETIRO -está la feria del libro- me doy cuenta que todos paseamos con la misma cara de “sí, qué pasa, me he puesto lo primero que he visto”. Uno de los gozos de no ir a la moda es coger todo eso que se quedó sobre la silla el día anterior. Domingo es comodidad. Y en moda últimamente todo se acerca a la comodidad. Los kilos de más se tapan con los vestidos BABY DOLL y los dolores de pies se evitan con BAILARINAS. Ellas. Porque ellos, nosotros, hemos optado por camisetas y jeans como prendas básicas, tan básicas que podemos matarlas de tanto usarlas (como la canción de la Jurado). Se nos rompió amor de tanto usarlo cantaba la diva de Chipiona. Se nos romperán los baby “dolles” de tanto ponerlos y las camisetas de tanto verlas. Hace mucho que la moda está demasiado comodona. Pero no me preguntéis si es bueno o malo que yo de eso, se poquito. Mañana es lunes. Besos.

Tuve el placer de ser el presentador anoche (13 de mayo) de la gala de los Premio del Diseño y la Moda de la Comunidad Valenciana. La revista TENDENCIA VLC hizo una maravillosa labor en compañía de mi adorado Vicente Gallart para montar en el IVAM un pedazo de gala/cena que estaba a la altura de los grandes eventos. Consuelo Ciscar hizo de anfitriona del local y Angela Pla del evento. Yo me puse a presentar enfundado en un traje a medida de Scalpers (los hijos de Nati Abascal) que me venía grande, resulta que he perdido unos kilos y me di cuenta cuando me miré frente al espejo del Hotel del Carmen en Blanquerías. Por cierto, maravilosos macarons de rosas y chocolate los que me dejaron de regalo. Me comí los de chocolate, las rosas masticadas me provocan una extraña sensación… Es como beberte una botella de Guerlain.

La cena fue servida por los responsables de La Sucursal, hummmmmm y los vinos eran de mi tierra, un tinto espectacular que evolucionaba en la boca con aromas a café torrefacto o madera quemada. Algo curioso y sabrosísimo. Hoy mismo me voy a Lavinia a comprarme alguna botella.Tengo debilidad por el vino pero también por las mujeres que me llaman la atención y de anoche, por diversos motivos, me quedé con la siempre elegante y chic Beatrice d’Orleans directora de imagen del lujoso y apetecible SHA WELLNESS de Alfás del Pi (id urgentemente es divino, uno sale nuevo y se puede tropezar con la Pataki o con Naomi Campbell, es cierto), Alejandra de Borbón directora de comunicación de Loewe que tiene un físico hecho por arquitectos de la naturaleza, bella, bella, bella. Sigo. Me fascinó como siempre la dulzura y el tipazo de Sandra Ibarra, la delicada mujer fuerte como yo la llamo; la coqueta Mayren Beneyto que iba poderosa en plata con escote de vértigo y zapatos de buen gusto; la sabia presencia de la gran Mara Calabuig con su violeta de gasas; y, por último, Consuelo Ciscar. Sí, Consuelo. Cuando una mujer marca su personalidad en el vestir de una forma tan arriesgada merece mi aplauso, soberbia. Ah, huele a Thierry Mugler. Podría seguir, Piluca, Lola, Raquel, Alicia… etc. Pero no quiero abrumar.

Yo hoy venía disgustado en el avión por elegir un traje fuera de talla. Aunque siempre es mejor estrechar que sacar costuras, ¿no? Para mí fue una noche especial. Soy valenciano y a mi no se me olvida, pero está bien recordarlo.

Dos apuntes más. Uno, también había hombres muy bien vestidos, obviamente, pero solemos tener menos posibilidades. Pero Nicolás Vaudelet, director Creativo de Caballo, estaba estupendo. A los franceses todo les queda bien. Y Esteban González Pons. Dos. No pude dormir pensando en el mal rato que pasó el mejor modelo del año cuando se quedó en blanco frente al micro. No sabéis lo mal que se pasa.

pd: Qué bien lo pasaron los del fondo norte, los que estaban en la planta superior fumando y bebiendo como cosacos. Bueno esto me lo imagino.

Hola a todos, en breve empezaré con este nuevo blog que potencia algunas de las cosas que más me gustan, Valencia y la moda. Espero que sirva como juguete, como divertimento mutuo, del que lee y del que escribe. Un abrazo.