Esta colección está forjada bajo los conceptos de uniformidad y uní sexismo.

Se presenta una línea de trabajo afincada en la búsqueda de las formas únicas aplicables a ambos sexos.

Se han desarrollado líneas que sienten bien tanto en el cuerpo femenino como en el masculino. Sin perder las pautas que definen las diferencias de género.

De este razonamiento surge una colección de líneas muy urbanas que intentan respaldar la idea, ya trabajada en colecciones anteriores, de crear un modo de vestirse coherente con el siglo en que vivimos.
Dentro del proyecto de evolucionar con los tiempos que año tras año persigue la firma Lavandera se encuentra la idea de romper con los ciclos establecidos. De este modo se presenta una colección que pretende escapar de las estaciones anuales. En coherencia con los cambios estaciónales que estamos teniendo.

En cuanto a patronaje, factor indispensable en esta firma, se presentan unas líneas de trabajo muy limpias que van desde la simetría pura hasta la asimetría controlada. En una misma prenda se conjugan volúmenes de estructura muy recta con volúmenes drapeados. De este modo encontramos un equilibrio entre la frialdad que puede aportar un tejido tratado de un modo rígido y un tejido que simplemente se ha dejado caer.

El tejido es el encargado final de darle vida a la prenda. Ya que los volúmenes pensados sobre el papel renacen una vez aplicados en el tejido. Se combinan tejidos con gran cuerpo como lanas con tejidos más livianos como la seda. Apostando en la medida de lo posible por tejidos naturales que aporten una calidez especial a las prendas.
De este modo podemos ver desde prendas que evocan la idea de armadura debido al estructuralismo de las formas, hasta vestidos que simulan el envolvimiento del cuerpo en el tejido sin ninguna presencia de corte regular.